martes, 12 de enero de 2016
JULIAN ROSS Y EL NIÑO JESÚS
Cuando de pequeños nos enviaban a la cama y nos obligaban a rezar: "Jesucristo de mi vida tú eres niño como yo, por eso te quiero tanto y te doy mi corazón. Tómalo, tuyo es y mío no". Seguidamente, tu madre te miraba y te decía: - Y ahora la otra "Santa María Madre de Dios ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra MUERTE, amén". Y con esto, un niño tenía que irse tranquilo a dormir.
Enviado por nuestro amigo Borjita Mazos.
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